Buenos días, permítanme presentarme: Soy Juan Francisco Pérez, y soy xhairo, y vengo a confesar que odio a Xóchitl Gálvez.
No la odio de ahora, la odio desde hace muchos años, aunque sólo hasta hoy mi sentimiento se desató de una manera incontrolable, decidí explicar en estas líneas por qué es que mi cerebro, mi corazón y cada célula de mi cuerpo no soportan a Xóchitl.
La “Señora” Xóchitl viene de una comunidad pobre de Hidalgo, ella nació en el pueblo y presume de ser de cuna humilde, eso dije… lo presume, no se cansa de decir de dónde viene, a cada rato saca fotos de su familia, que si su tía hacía tamales, que si sus abuelitos eran indígenas, ¿y por qué abandonó el pueblo si ahí nació? ¿Por qué se fue? Acá todos vivimos felices con los 2000 pesos de becas que nos manda el gobierno todos los meses.
Eso sí, tenemos que guardarnos temprano porque los rateros, asesinos y violadores andan descontrolados últimamente, pero somos felices.
¿Qué se cree esa señora? Presume que con el dinero que le dieron de becas se pagó la carrera de ingeniería. Para empezar las mujeres no estudian ingeniería, debió de haber estudiado para secretaria como mi hermana Lupita, quien es madre soltera y gana 4000 pesos al mes y mantiene a sus tres chamacos, bueno, a dos, porque el mayorcito está encerrado en el bote por narcotráfico. Mi hermana no se gastaba sus becas en libros, se iba al antro y a veces se compraba electrónicos. Todavía recuerdo la videocasetera VHS que me prestaba el fin de semana para ver películas pirata de Ron Jeremy y Traci Lords.
Y luego, ¿qué es eso de vestirse de indígena? ¿A poco cree que se ve muy bien con un vestido de los mal llamados “tradicionales”? Ella debería de hacerle como nosotros que nos vamos todos los domingos a Tepito a comprar ropa de paca que llega de "los Yunaites." Ahí una vez le compré a mi esposa una tanga usada marca Victoria Secret que se le ve muy bien. No es de su talla pero como los tamales: lo importante es lo de adentro. Ahora, si la señora es fifí, ps' que se compre un vestido de diseñador, así como le hace la primera dama que usa solo ropa alta moda de costureras mexicanas.
Escuché el otro día que Xóchitl tiene una compañía de contratistas, pero curiosamente no le han encontrado casos de corrupción. Eso no es posible, todo mundo sabemos que todos los empresarios son corruptos y que explotan a los trabajadores, así dijo mi viejito santo en la mañanera. Si no tiene casos de corrupción, de seguro es una huevona que no trabaja y se dedica a vender facturas, así como mi tío Ramón, que cobra el 10% de las facturas falsas que le compran los contratistas del tren Maya y del AIFA. Mira, nada más con eso se metió 3 millones de pesos a la bolsa el año pasado.
La comadre Yeya me mandó un video de la Xóchitl en bicicleta, que perro oso.
O sea, es empresaria pero no le alcanza para comprarse un carro, es senadora pero no usa su dinero en comprarse un Mercedes Benz como mi admiradísimo Licenciado Fernández Noroña. ¿Y por qué no usa el transporte público? Yo viajo en metro todos los días y no me pasa nada. Bueno, el otro día el tren se quedó tirado a mitad del camino por una falla eléctrica y tuvimos que caminar como 2 kilómetros entre las vías, y luego para acabarla de amolar saliendo de la estación me asaltaron un par de cabrones enfrente de dos policías de la bancaria. Fui a reclamarles que por qué no los habían agarrado y me dijeron que tenían “órdenes superiores” de repartir abrazos y no balazos.
¿Y luego qué es eso de que anda sonríe y sonríe todo el tiempo?
¿No se da cuenta cómo está el país? Dijo el otro día el chapucero en las noticias de Youtube que habían matado a más de 160,000 personas en el sexenio y todo es culpa de Calderón, pero que gracias a la estrategia del licenciado, el robo a puestos de tacos y carritos de hot dogs se redujo en 0.25% durante la pandemia ¡Ardan fachos!
Me decía mi hijo el borras que no es casualidad que se llame Xóchitl con “X”, yo creo que la derecha conservadora de Claudio “X” González ya sabía que en 2018 iba a ganar mi viejito allá en los años 60´s y decidieron sembrar un clon de un neoliberal en un pueblito del estado de Hidalgo. Ellos mantuvieron a ese clon con depósitos bancarios durante todo el tiempo para hacerla parecer “pueblo” y lanzarla a la presidencia en 2024. Todo es un plan malvado para que la transformación del país no se acabe. Xóchitl con “X” Claudio “X”, ¡aaaah verdad! ¿No se habían dado cuenta de eso, eh? ¿Ya ven como si están coludidos?
Como pueden ver, no se necesita mucho para odiar a Xóchitl Gálvez, yo la verdad no le perdono que haiga traicionado al pueblo así de feo, que se haiga ido a la ciudad a poner su empresa y generar empleos. No le perdono que haiga estudiado, que se vista como indígena, que ande en bici y que ande siempre sonriente. No la soporto.