Una propuesta para el futuro
Te prometo la mejor educación para tus hijos



Al escribir sobre los libros de la SEP tenía dos opciones; hacer lo que han hecho todos que es el señalar los errores en el contenido, la carga ideológica, el afán de mostrar los rencores del presidente hacia Felipe Calderón o las disculpas no pedidas para la estupidez de Claudia Sheinbaum.
Y es que más allá del terrible sistema de matemáticas que no se ajusta a la realidad de una infancia que perdió dos años de educación por la pandemia, un sistema que propone la ignorancia al no entender lo que es el español, que nos hablan de un método estilo finlandés pero sin clases de emprendimiento y con información falsa como certera.
En fin, todos sabemos que los libros de la SEP son un fomento a la estupidez humana que con ellos como instrumento la izquierda radical generará una generación más ignorante y con poco criterio personal.
Los libros de la SEP ni siquiera son defendibles por sus creadores.
Pero yo elegí la segunda opción, dar una propuesta. Prefiero intentar brindarles las mejores herramientas a los niños. Para esto es muy importante meter esto en tu mente.
La única manera de que cualquier gobierno se enfoque en brindar contenido de educación y no de adoctrinamiento es dándole las mismas oportunidades a todos los niños del país, la respuesta es clara en lugar de gastar tanto recurso económico en absurdos administrativos, así como en instalaciones en las que no se invierte. La solución está clara démosle la posibilidad de tener educación de calidad a todos los mexicanos desde la primaria hasta la universidad.
Para esto la solución es la propuesta de Milton Friedman, para quienes no sepan quién es, estamos hablando de uno de los mejores economistas que nos ha dado la historia. La propuesta son los vouchers de educación.
Que la inversión del Estado ante la educación sea brindarles vouchers a todos los niños y jóvenes del país desde 1ro de kínder hasta el último grado de universidad. Todos los niños tendrían la misma cantidad de recurso para inscribirse en la escuela que sus padres consideren como la mejor opción, el recurso se daría vía vouchers educativos y este sería anual. Las escuelas serían las que lo canjearían por dinero, las escuelas privadas como mínimo podrían cobrar el valor de un voucher por alumno, hasta un máximo del valor de 6 vouchers por alumno.
Las escuelas públicas dependerían del recurso de los vouchers para poder subsistir por lo que el gobierno tendría que invertir en la calidad del plan de estudios para que en condiciones pares pueda competir con las escuelas privadas.
Los padres de familia no tendrían a sus hijos condenados a un sistema de estudios deficiente y la apuesta ahora si sería el capital humano. Desarrollando áreas como ciencia, emprendimiento, tecnología, cultura y deporte.
Lo que nos daría a la generación más competitiva en la historia del país. Para esto el principal problema lo encontramos en los sindicatos que en lugar de aportar sólo restan y si las escuelas públicas viven en un mundo completamente ajeno al de las privadas es porque los sindicatos ven por sus intereses personales y no por la educación de los niños. Lo que convierte en inviable el sistema educativo público en México.
Lo más importante es el aparato grueso, un aparato deficiente que no brinda oportunidades a los que se las debería de brindar.
Por ejemplo, un maestro deficiente no puede ser expulsado en la actualidad porque su mediocridad es protegida por el sistema.
Como hay políticos que viven de la pobreza, hay otros que viven de la ignorancia y de la estupidez de los alumnos, por lo que el proyecto para que ellos puedan subsistir es generar generaciones de idiotas.
Si comenzamos a pensar en los niños, lo mejor es el sistema de voucher lo que obliga al gobierno a competir y a generar un sistema educativo de calidad. Hoy esto es imposible por los intereses políticos, pero si como sociedad civil comenzamos a considerar el sistema propuesto por Milton Friedman pronto cambiaremos el paradigma político.