Aún recuerdo aquella noche de julio del 2018 donde Andrés Manuel López Obrador en su primer discurso como presidente electo dijo mil y un mentiras. Que si Juárez había sido el mejor presidente de la historia, que sí iba a gobernar para todos, mientras que cada día hace marcar la diferencia entre quienes le votan y quiénes no.
Que por cierto prefiero estar en el lado de los aspiracioncitas conservadores, al menos no me dice animalito o analfabeta.
Pero entre todo esto dijo una verdad, prometió pasar a la historia y lo logró. Los modelos a seguir de la izquierda radical pueden estar orgullosos de él. Hoy Andrés Manuel, se puede sentar a comer en la mesa de los grandes referentes de la izquierda. Andrés Manuel puede compartir el pan con los Kim de Corea del Norte que cuentan con millones de norcoreanos desaparecidos en tres generaciones.
Le puede pasar el agua a Mao Zedong que en su gestión de casi cuatro décadas se cargó a más de 70 millones de chinos, y aguas que si en una de esas dejamos a AMLO tres décadas como gobernante lo llega a superar. Puede compartir postre con Stalin, al igual que a él le encantaba desaparecer opositores en este caso a sacerdotes y periodistas.
AMLO hizo de México una Siria, Somalia o Afganistán. Aquí te matan por jugar futbol, por salir a correr, por llevar a tus hijos al colegio, por ser sacerdote, por ser mujer, por tener preferencias sexuales diferentes, por ser niño, vamos aquí te matan hasta por ser de MORENA.
AMLO se puede sentar a comer con todos estos personajes, siempre y cuando y no se delate, y se haga pasar por ser igual de sádico. Porque a diferencia de AMLO estos sujetos controlaban sus naciones. Aquí AMLO trabaja para los delincuentes si en Somalia gobiernan los piratas, en Afganistán los extremistas islámicos, aquí en México gobiernan los narcotraficantes.
El presidente se ha convertido en el mesías de los narcotraficantes, les ha dado la posibilidad de entrar a toda América Latina, hoy estos miserables aliados de MORENA tienen una red de más de 45 millones de personas comandando las operaciones del narcotráfico en todo el continente.
Están al servicio de lo que su empleado favorito considere, que si se necesita quemar autos en Ecuador para deslegitimar al gobierno contrario al Foro de Sao Paulo pues lo hacen.
Queda claro que Andrés Manuel López Obrador es un fiel seguidor de Pol Pot, Stalin o Mao y tanto que contrato a los cubanos para que se vayan a las comunidades más lejanas del país a meter la ideología de la izquierda radical.
En los libros de la SEP cada día es más evidente que su intención es meterles basuras socialistas a los niños.
El Presidente de México cumplió a la perfección lo que significa un gobierno de izquierdas. Un gobierno donde hagas lo que hagas tu vida está en riesgo, donde hasta los médicos trabajan para meterte basura socialista, donde ser opositor es sinónimo de ser condenado, donde los delincuentes tienen más derechos que los ciudadanos de bien.
El Presidente pasara a la historia por seguir a la perfección el manual comunista e impregnarlo en nuestro país. ¿Qué podemos hacer? Trabajar y parar por fin esta ideología. Dejemos de avergonzarnos cuando nos llaman conservadores, privilegiados, ultra derechistas, ultra católicos y demás dichos que los zurdos miserables utilizan para demeritar nuestra lucha.
Estamos del lado de los valores, del trabajo y del esfuerzo. Promulguemos el bien para vencer al mal. Hoy estamos a tiempo de ganar esta batalla con ideas y con esfuerzo de sembrar conciencia en los demás. No perdamos esta oportunidad.
Porque de lo contrario mañana la única forma de sacar a estos sujetos miserables será al grito de guerra, será con violencia que correrá mucha sangre. Es mejor agotar esta ultima instancia que la vida y el tiempo nos da para ganar con ideas y que este país deje de correr sangre de inocentes.
