Las declaraciones de Javier Alatorre en el noticiario Hechos fueron inéditas , primero,porque procedían del medio televisivo que apoyó a Andrés Manuel López Obrador desde que era candidato, y de uno de los negocios del empresario que más dinero ha ganado con la Cuarta Transformación, Ricardo Salinas Pliego.

 A todo mundo extraño que  Ricardo Salinas Pliego en TV Azteca rompiera un compadrazgo de años que le ha dejado utilidades por miles de millones. Y nada de ésto es casualidad,  y no es otra cosa sino sentar un precedente para actuar contra otros medios, las estrategias que ocupan  tanto Salinas Plieg como López Obrador, siempre van encaminadas al daño, al perjuicio de otros y de la población en general. Javier Alatorre, como muchos otros periodistas, siempre se han prestado al régimen en turno, y ésta no es la excepción.

Esas declaraciones de Alatorre, de pronto sonaron bastante raras, porque de pronto dividió entre los medios que pueden hacer uso de la libertad de prensa y los que él asegura que lo hacemos porque hay un extraño “compló neoliberal” que tienen miles de millones para pagarnos a todos y somo sus “adversarios”.

Los contrasentidos de López no llamarían la atención, porque el presidente que se tautoproclama antiliberal resulta el más neoliberal para manejar la politica monetaria y la política social, y se pone como socialista venezolano a la hora de apoyar a los medios de producción.

Pero todo  sale a la luz cunado el otro Ricardo, Peralta, el de Gobernación, el que más que tocayo es  amigo de Salinas Pliego, le impuso a la blandengue secretaria Olga Sánchez Cordero un escrito de “Apercibimiento público a Televisión Azteca”.

La jugada de pelearse en publico para atacar a enemigos en común es una ardid priista muy viejo, y la idea es que cuando dos pesos completos se pelean, los enemigos de uno y otro se comienzan a alinear con el contrario, pero también es un “te digo, Juan, para que me entiendas, Pedro”.

Salinas Pliego es el segundo hombre más rico de México, con unos 11 mil 700 millones de dólares y ha recibido en solamente dos adjudicaciones directas de la 4T, unos 26 mil millones de pesos, y su cercanía con el presidente macuspano, es ampliamente conocida.

Salinas Pliego y López Obrador tienen a un crítico en común que ambos han reprimido: Proceso. El millonario y dueño de Banco Azteca demandó por “daño moral” a Proceso, dos integrantes de su equipo directivo y a un reportero por las investigaciones periodísticas que revelaron los vínculos del magnate con la compraventa a sobreprecio de Grupo Fertinal por parte de Pemex durante la administración de Enrique Peña Nieto.

Salinas Pliego no ha podido imponer contra Proceso una censura total y tras la demanda fue exhibido por varios medios, porque el millonario regiomontano tiene un pasado oscuro realizando maniobras poco legales en la adquisición de empresas (Incluida TV Azteca) y en manejos bursátiles.

[1]Para leer entre líneas y poner las barbas a remojar: “De conformidad con la Constitución y la legislación aplicable, se le APERCIBE a manifestar públicamente su respeto a las disposiciones sanitarias contenidas en la Declaratoria de Emergencia Sanitaria, sumándose al frente común convocado por la Secretaría de Salud”.

Y dice que, “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, a menos que perturbe el orden público”, pero, “en caso de incumplimiento, a los mandatos del zar del coronavirus, Hugo López-Gatell, “esta Secretaría iniciará el procedimiento administrativo sancionatorio establecido en la ley.

“La Secretaría de Gobernación tiene facultades para vigilar el cumplimiento irrestricto de las transmisiones de radio y televisión, a efecto de que no se violenten los derechos de terceros, como en este caso, el derecho a la salud”, concluyen.

Obviamente no definen qué es: “a manifestar públicamente su respeto a las disposiciones sanitarias contenidas en la Declaratoria de Emergencia Sanitaria”, tampoco que es “incumplimiento”.

La información estadística de la Dirección General de Epidemiología del área de la subsecretaría a cargo de López-Gatell, está claramente manipulada y contienen menos casos de infectados y de muertos, además que han entregado a hospitales de las entidades, equipo de protección de mala calidad que incumple cualquier norma sanitaria.Además,de que, quien esté a cargo de las compras por parte del gobierno de López Obrador, ha adquirido mercancía mala a sobreprecio y a proveedores cuya corrupción ha sido certificada por el mismo gobierno.

Todo esto nos habla de que en tiempos de Pandemia Covid-19, cada uno jala agua para su molino, y quien siempre  indudablemente pagará el precio, es el "Pueblo Bueno"

 [1]vía:Rafael Kleriga