El artículo 41 constitucional define el carácter del INE como “un organismo público autónomo que tiene como función estatal la organización de las elecciones, autoridad en la materia y cuyas actividades se rigen por los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad”. 

Establecido esto; no hay ninguna disposición o mandato, que legitime que una autoridad diferente a la establecida por la Constitución para los procesos electorales, actúe en vigilancia o intervención porque se trataría de una invasión a las facultades que establece la ley.

Es un órgano electoral: ciudadano y autónomo, que a lo largo de los 30 años de su existencia, se ha buscado desterrar el esquema del sistema partido-gobierno con la ausencia de la ciudadanía, como lo era al menos antes de 1990, siendo que una década después, en las elecciones del 2000 se confirmó su importancia, teniendo como resultado la primera alternancia en la historia del México moderno.

El año pasado, Andrés Manuel en una de sus mañaneras, más que un aviso,  hizo una advertencia:

“Seré el principal guardián del voto y las elecciones de 2021, vamos a vigilar que las elecciones sean verdaderamente libres y limpias”

No le basta con tener el control en el Poder legislativo y Ejecutivo con una sola línea política, quiere contar con el control de las principales instituciones de gobierno, el manejo total y absoluto del presupuesto y su opacidad para la rendición de cuentas.

Intervenir como guardián, cuando es Presidente de México por un partido, en éste caso MORENA, marcaría un sesgo hacia alguna de las tendencias en juego y la carga electoral es de mucho mayor peso que la fórmula que representa.

No pretendas hacerte la víctima Andrés Manuel, la democracia implica en primer lugar el respeto al mandato de nosotros los ciudadanos. No vamos a permitir que tu afición por la opacidad, nos arrebate el control en estas elecciones ni en sus resultados.

Las reglas del juego ya están puestas, donde lo que cuenta es el voto del elector, nuestro voto es el mecanismo auténtico de rendición de cuentas para premiarlos o castigarlos por sus buenas o malas acciones durante su gestión en el gobierno, ya sea local, estatal o federal. 

La pandemia en sí y el ambiente político que se vive hoy en día harán que estas elecciones sean más complejas, el escenario podría vislumbrarse con una alta participación electoral bajo las medidas y protocolos de salud para todos los que vamos a participar para retomar el rumbo del país a través de nuestro voto.

Se estima que la participación será de aproximadamente de 92.4 millones de ciudadanos los cuales emitirán su voto por Diputados de mayoría relativa (300), Diputados plurinominales (200), Gubernaturas (15) Congresos locales (30) y más de 21 cargos de elección popular, entre ayuntamientos, regidurías, sindicaturas y juntas municipales

“La democracia no se limita a los comicios”

-  José Woldenberg

La democracia es un sistema abierto a la redefinición política mediante el dinamismo de la competencia entre proyectos y programas políticos, donde se articulan mecanismos de peso y contrapesos que cuando operan correctamente, son capaces de enfrentar los retos que se le presentan.

Sin la participación ciudadana la democracia se debilita, pierde su representatividad y legitimidad, así que debemos fomentarla y ligarla a todos los procesos para la construcción del bien común.

Nos corresponde a nosotros los ciudadanos, trabajar de la mano con las autoridades y éstas elecciones deben ser el parte aguas para lograr juntos la recuperación de México y de sus instituciones.

 En este engaño las víctimas han sido los ciudadanos y en ellos esta no permitirlo, muchos le dieron la confianza y defraudarla con una falsa esperanza es la peor traicion