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El PRI no está muerto, andaba de parranda

En 2018 el PRI vivió una de sus peores crisis políticas en la historia. Analistas, periodistas, incluso simpatizantes, daban por muerto al Revolucionario Institucional. 2 años después, lo cierto es que el PRI solo andaba de parranda.

@ArturoVillegasQ
@ArturoVillegasQ

En 2018 el PRI vivió una de sus peores crisis políticas en la historia. Analistas, periodistas, incluso simpatizantes, daban por muerto al Revolucionario Institucional. 2 años después, lo cierto es que el PRI solo andaba de parranda.

Hay muchas maneras de definir al PRI, pero las más adecuadas serían: camaleónico y territorial. Porque así como puede tener acuerdos con la derecha, los puede tener con la izquierda. Ha tenido personajes ejemplares, como también ha tenido innombrables. Puede ser el partido más libertario, como también puede ser el más conservador. 

Todo eso acompañado de estructuras locales, capaces de lograr resultados hegemónicos como en Coahuila e Hidalgo. El PRI es el partido que mejor entiende que las elecciones ese ganan en tierra, no en redes sociales. 

Todas las elecciones que ha ganado el PRI han sido por su trabajo en tierra. El efecto “cacha votos” que tuvo en su momento el PAN y que ahora goza Morena, nunca lo ha tenido el PRI. 

Pero ahora vayamos al lado complicado del “partido de México” ¿Cómo poder defenderse de su pasado?

No podemos olvidar que el PRI tiene buena parte de responsabilidad, de que López y Morena controlen el país. ¿Será que el sexenio de Peña fue tan malo para permitir que el Obradorismo arrasara en 2018? 

La realidad es que no. No fue tan malo, el ataque sistemático y mediático de algunos medios de comunicación y líderes de opinión cercanos a la 4T, nos hicieron creer que vivíamos el peor sexenio en la historia del país. 

Más allá de que evidentemente fue un sexenio donde la corrupción alcanzó niveles terribles (solo superados por la 4T) y los escándalos sobre conflictos de interés, ocupaban las primeras planas. El PRI llevaba al país por buen camino, con un crecimiento económico aceptable, con niveles de turismo históricos, un sector salud funcionando, que si bien había carencias, nadie se quedaba sin medicamentos, había guarderías de tiempo completo, apoyo al cine, ciencia, deporte y tecnología. Además que el Seguro Popular funcionaba, y los fondos para desastres naturales y enfermedades catastróficas seguían creciendo. 

Pero otra realidad es que el PRI nunca supo como defenderse, nunca salieron a desmentir fake news, nunca se atrevieron a confrontar con datos los ataques a sus resultados. Nunca presumieron de manera contundente sus logros, se dejaron pegar por todos lados. A veces una mentira se repite tantas veces, que llega a tomarse como verdad, eso le sucedió al PRI.

Volviendo a la actualidad tenemos un panorama esperanzador, PRI, PAN Y PRD, han aceptado ir en alianza en al menos 3 de las 15 gubernaturas a elegirse, y seguramente en muchos distritos federales y locales, sucederá lo mismo.

Es ahí donde vemos el lado camaleónico del PRI, capaz de acordar con la derecha y con la izquierda. 

De cara al 2021 el partido rojiblanco tiene grandes liderazgos a nivel nacional. Como por ejemplo, Alejandro Murat en Oaxaca, Quirino Ordaz en Sinaloa, Miguel Riquelme en Coahuila, Héctor Astudillo en Guerrero, Claudia Pavlovich en Sonora y Alfredo Del Mazo en el estado México, por mencionar a los más destacados. 

¿Existen condiciones para que el PRI repita lo sucedido en Hidalgo y Coahuila? Quizás no a ese nivel, pero queda claro que tienen con que pelear y seguramente veremos el fin de la mayoría morenista en el congreso.

Las elecciones intermedias son las que le encantan al PRI. Porque esas no tienen el animo y el arrastre que tiene una elección donde también se elige al presidente de la República. Las elecciones intermedias son de carácter local, de trabajo de campo y ningún partido hace el trabajo territorial que hace el PRI, sus estructuras son de calle y al final esas son las que ganan elecciones. 

En Palabras de Jorge Garcés Laureano @garceslaureano “A tuitazos no se gana una elección, los niños digitales de Morena como Gibran, Attolini, Veloz etc. No se comparan con las doñitas de barrio, esas si son movilizadores de verdad”

En conclusión, el PRI no andaba muerto y ya se curó la cruda de la parranda. Quizás no será el partido dominante en 2021, pero recuperarán escaños, alcaldías y ganarán  algunas gubernaturas, será un PRI competitivo y seguramente llegará fortalecido al aún lejano 2024.

Sígueme en Twitter: @ArturoVillegasQ

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La libertad puede peligrar por el abuso de libertad, pero también por el abuso de poder.

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