Austeridad republicana estrangulando la seguridad en los cielos de México
Tuve la oportunidad de disfrutar en toda su extensión la más reciente edición de AeroExpo 2024, evento celebrado con gran éxito en las instalaciones de un Aeropuerto Internacional “Adolfo López Mateos de Toluca”, Estado de México
que lucha por revivir, los días 23 al 25 de abril pasados, horas en las que aproveché para comentar con actores de primer nivel, el estado que guardan de las actividades de aviación civil en el ocaso del sexenio obradorista.
Una constante en lo que tuvieron a bien compartirme mis versados interlocutores en AeroExpo resultó su preocupación ante la evidente degradación de la calidad de los servicios que prestan las entidades gubernamentales en materia aeronáutica, comenzando por una autoridad aeronáutica (Agencia Federal de Aviación Civil / AFAC) cuyo deterioro no solamente no se logró detener en la administración morenista, sino que se acentuó llegando ya, según las voces consultadas, a niveles verdaderamente inquietantes que impactan en la seguridad, eficiencia, sustentabilidad, y sostenibilidad de las operaciones aéreas, algo en lo que el “austericidio” llamado “Austeridad Republicana” ha tenido mucho que ver, por ejemplo, conforme el Órgano Desconcentrado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de nombre Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) ha resultado incapaz de incorporar a sus vitales servicios nuevas generaciones de controladores de tránsito aéreo (CTA) ya no por falta de ellos, sino por carencia de plazas autorizadas por el gobierno federal, derivado de la falta de presupuesto.
En una entrega firmada por este columnista, publicada en un portal de noticias del sector del transporte en el año 2019, me referí a la escasez de CTA´s haciendo un llamado a su formación.
Pues bien, todo parece indicar que esos jóvenes profesionales ya recibieron la debida instrucción y están listos para hacer su labor en torres y centros de control de tránsito aéreo, pero el SENEAM no los puede contratar por falta de un dinero que en su lugar ha sido tirado en emprendimientos aeronáuticos tan poco sustentables como son el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” de Santa Lucía y la nueva aerolínea administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional.
¿Cómo que las prioridades están mal concebidas, no cree estimado lector?
De esta manera, las erróneas decisiones del actual Presidente de México, tal y como lo han hecho en todos los sectores de la administración pública federal impactando en la calidad y expectativa de vida de los mexicanos, están estrangulando la seguridad en el espacio aéreo del país, lujo que no nos podemos dar, como tampoco nos podemos dar, por citar un caso notable, el que un niño con cáncer pierda la vida por falta de medicamentos o tratamiento.
Debo confesar que, si bien no me hizo ninguna gracia constatar en el marco de AeroExpo la inquietud de la industria aeronáutica civil mexicana, me alienta pensar que sus integrantes están convencidos de que hay que ver la manera de que la nueva administración federal haga conciencia y cambie el rumbo de algunas de sus decisiones, en especial de aquellas que le pegan a la seguridad en México, incluyendo claro está, aquella en el aire.