¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?

En una entrevista concedida en Argentina, el genio de la comedia Roberto Gómez Bolaños, más conocido como “Chespirito”, explicaba la diferencia entre el superhéroe común y tradicional, y el personaje de rojo que él interpretaba.
“El Chapulín Colorado se muere de miedo, es torpe, débil, tonto etc…y, consciente de esas deficiencias, se enfrenta al problema”. Así resaltaba Bolaños el valor heroico del cómico “Chapulín”.
El domingo 5 de abril, y después de un par de semanas de incertidumbre y un discurso cambiante por parte de su gobierno, México esperaba un plan y un líder para enfrentar la crisis del Covid-19, México esperaba un héroe. Con respeto, debo decir que las circunstancias me recordaron a mi infancia frente al televisor a minutos de ver “el programa número uno de la televisión humorística”. Más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es la cuarta transformación. Él es… López Obrador.
Con las cifras de decesos aumentando cada día, con una curva de infectados cada día más difícil de controlar y con los primeros estragos causados en el ámbito económico; la sociedad mexicana esperaba con ansias el informe del presidente Obrador. Recordemos que México es un país en donde más de 50 millones de personas viven en la pobreza. Gran parte de la población trabaja desde la informalidad y el sistema de salud cuenta con apenas 1,5 camas por cada mil habitantes. España por ejemplo, tiene 3 camas por cada mil habitantes y aun así la pandemia los doblegó. Por estas y más razones urgía un plan de acción.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), al igual que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) diseñaron y plantearon diferentes propuestas para enfrentar la crisis y se la presentaron el pasado jueves 2 de abril, en el Palacio Nacional, al presidente. Ellos propusieron una serie de estímulos fiscales (vale mencionar que todos a manera de crédito y no como condonaciones) con el fin de tener la liquidez suficiente para no incurrir en despidos masivos durante la crisis venidera. Ellos, sin duda alguna, esperaban una respuesta positiva del presidente en su informe, pero no fue así.
El presidente erróneamente comparó esta crisis con las acontecidas en los terremotos del 85 y del 2017. Exaltó al pueblo mexicano por su coraje ante las adversidades. Al parecer se le olvidó al mandatario que en estos casos fue la misma sociedad la que hizo frente a los problemas y salió a dar lo que no recibía por parte del gobierno: ayuda. O tal vez, eso es lo que espera Obrador, que una vez más el mexicano se las vea por sí solo.
El informe realmente no emitió ninguna medida importante para enfrentar la crisis económica derivada por el coronavirus. Todos, tanto el sector público como privado, esperaban un plan de acción concreto y fuerte. No obstante, el presidente leyó (de manera muy lenta, como de costumbre) un manifiesto ideológico, culpando a los que estuvieron antes de él por todos los males, y desaprovechando una oportunidad clara para embestirse como jefe de estado y unificar a la nación hacia un mismo objetivo.
Ahora, hay algo que en verdad no entiendo o, mejor dicho; entiendo, pero quiero estar equivocado.
El presidente ordenó extinguir todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, mandatos o análogos para redirigir recursos por cientos de millones de pesos. Sin embargo, estos recursos no los utilizará con el fin de instaurar una política de protección al empleo frente a la crisis.
Con estos recursos obtenidos, Andrés Manuel López Obrador simplemente buscará consolidar sus programas sociales. Pensemos por un momento qué es mejor:
Ayudar a la industria para que Pepe no pierda su trabajo o, que el patrón “malévolo” y “despiadado” se vea obligado a despedir a Pepe y este desconsolado acuda al gobierno “bueno” y “noble” por su bono solidario. Suena macabro lo sé, y espero que sea producto de mi imaginación y no el plan del presidente de México.
“El Chapulín Colorado” sin saber cómo, siempre salvaba la situación, sin un plan, pero con un poco de fortuna, terminaba siendo el héroe. Espero, por el bien de México y el gran aprecio que le tengo al país, que Andrés Manuel pueda rescatarlos de la eventual crisis. Aunque sea, sin querer queriendo.
Sígueme en twitter: @juanfe_8
AMLO, Crisis económica, plan de recuperación, #coronavirus