¿Qué pasa cuando la maldad está tan enraizada en la sociedad que perdemos la brújula del bien y el mal?
Si le preguntamos a un pez ¿cómo es vivir dentro del agua? este , si pudiera hablar claro, no podría contestar porque siempre ha estado dentro de ella, está rodeado de ella y es incapaz de pensar en cómo sería estar fuera de ella, la cultura es así. Nos rodea, nos envuelve y es casi imposible definirla porque siempre seremos parte de ella.
El mundo del comic suele presentarnos sociedades brillantes con tintes obscuros, status quo de bondad que se ve interrumpido por el ocasional psicópata que busca controlar este idílico mundo aunque no tenga claro ¿para qué?
Pero ¿qué pasaría si los supervillanos se unieran para acabar con los superhéroes y luego exitosamente reformarán ese status quo a su imagen y semejanza? No, no hablo del postapocaliptico “Old man Logan” que en lo personal me parece exagerado y nihilista, tampoco “La era de apocalipsis” que también es extremadamente personalista y exagerado, no hoy hablaré de Wanted, escrito por Mark Millar y dibujado por JG Jones.
En muchas historias de autoconocimiento el héroe siempre fue destinado a serlo por un secreto que está por conocer y en esta el antihéroe también descubre que siempre fue especial, lo que hace que cambie su mundo y llegue al lugar que siempre estuvo destinado a tomar.
Aunque es un gran comic que vale la pena explorar y la historia de Wesley Gibson es interesante de contar, quisiera hablar más de su mundo.
Antes de continuar, recomiendo escuchar el Soundtrack sugerido: “I'm Shipping Up to Boston” de los Dropkick Murphy’s que dejo a continuación:
En Wanted, los villanos llevan 10 años que vencieron a todos los héroes y han establecido un nuevo órden mundial, se dividieron el mundo geográficamente y dejan que la vida transcurra mientras ellos mantienen el poder, la influencia y todo el dinero. Todos los jefes mantienen una tensa paz basada en el equilibrio de poder y el respeto.
Ahora bien, lo que más me sorprende de este mundo es lo normal que es, lo fácil que la gente podría vivir en un mundo así sin nunca darse cuenta de que son manipulados y trabajan para vivir tranquilamente mientras son gobernados por la peor escoria posible.
Dentro del mundo de Wanted la sociedad de supervillanos aunque gobierna es secreta y trabaja en las sombras el mundo si nota esta influencia, hay todo tipo de detalles sutiles y no tan sutiles que muestran cómo la gente normal se ve influenciada por esta moral torcida.
Ahora bien, según el psicólogo Lawrence Kohlberg hay tres etapas del desarrollo de la moral en los niños, las etapas son la preconvecial, la convencional y la postconvencional.
Durante la primera los niños aprenden sobre lo bueno y lo malo a través de los premios y los castigos, la autoridad y el “Porque yo lo digo”, los niños acostumbran al bien porque se les dice lo que está bien.
En la postconvencional los adultos modelan el bien y el mal a través de la experiencia y en las necesidades correctas de lo colectivo.
Pero es la moral convencional la que nos atañe ahora, es a través de esta forma de pensar que el sujeto considera el bien y el mal con los elementos que lo rodean y por tanto es un punto fluido ante lo que es normal y cotidiano, lo moral es lo que está bien visto.
¿Qué efecto traería una sociedad moldeada en la perversión villánica? El fuerte manda y está bien, el que miente obtiene el premio, el que roba sin que lo cachen se sale con la suya y no hay lugar para la compasión y el débil.
Ahora bien, ¿qué tan alejada está la sombra del supervillano en nuestra sociedad actual? ¿Realmente estamos lejos de un mundo gobernado por lo peor de lo peor? ¿Por sociedades escondidas que salen impunes por pertenecer a un club secreto? ¿De una sociedad de ejemplos convencionales que jamás llegará a la madurez moral porque el mundo está hecho para tragarse al débil?
¿Vivimos realmente en un espacio en donde los héroes fueron vencidos y simplemente se nos permite existir mientras degrademos nuestra moral para pertenecer?
Wanted, es una historia interesante, divertida, compleja y te hace pensar, lo muy cercano que se siente.
Si, una institución es la sombra de una persona y un mundo es la versión moral de sus poderosos y es cada vez más difícil crecer más allá de lo que tu mundo te permite.
