¿POR QUÉ NO SE VA LÓPEZ OBRADOR? #TRASLAVERDAD

“El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse”;
reza un dicho popular mexicano. Dice parte de letra de una famosa canción mexicana; muy famosa, cuyo autor fue José Alfredo Jiménez: “…Pero no Me Amenaces no Me Amenaces. Ya Estás Grandecita. Ya Entiendes La Vida. Ya Sabes Lo Que Haces. Porque Estás Que Te Vas. Y Te Vas. Y Te Vas. Y Te Vas. Y Te Vas. Y Te Vas. Y no Te Has Ido…”. Vienen a colación por la enésima ocasión en que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, amenaza y emociona a millones de mexicanos, con el “garlito” –trampa- de que se va, se va y no se va. El jueves 16 volvió a repetir la “amenaza”, a razón de la reforma y adición al artículo 4 constitucional, aprobada en ambas Cámaras del Congreso de la Unión. Dijo que ya podrá irse en diciembre, que todo lo realizado en su mandato lo tiene satisfecho. El pasado día 2 de este mismo mes festejaba la probación en el Senado, afirmando que ya “estaba vigente la reforma”, solo faltaba la publicación. Bueno, el Presidente olvida y menosprecia la aprobación de, cuando menos la mitad más una de las legislaturas de los Estados, sin esta aprobación no hay reforma constitucional, el Congreso no la tiene por aprobada. Después vendrá el cómputo de los votos. En fin, el López de siempre, ignorando el cumplimiento de las leyes.
“Ya nadie va a poder quitar esos derechos”, repetía Andrés Manuel. Aseguró que “ya se encuentra listo para dejar la Presidencia” ¿Por qué no la deja? También dijo: “… yo termino de establecer las bases de la transformación el 1 de diciembre. La última reforma constitucional que me importaba muchísimo”. Por eso la pregunta ¿Por qué no se va el Presidente de la República? Seguramente actuará de acuerdo a la letra de la canción de José Alfredo Jiménez, amenaza y amenaza y no se irá; también cumple el dicho popular. Andrés Manuel, lastimosamente volvería a repetir su cansada revocación de mandato para el año venidero, que se lleve a cabo el mismo día de la elección constitucional, para evitar dispendios ¡Lo tramposo no se le quita! Insiste en hacer campaña de manera “oficial”; seguramente la hará oficiosamente; es más, no ha dejado de hacer campaña política, ahora utiliza el Poder y los recursos del Estado para ello. El Presidente de la República, se alza como el reformador y creador de los derechos sociales, cuando estos están plasmados en la Constitución desde la misma promulgación en la Ciudad de Querétaro, aunque la publicación se dio -por supuesto- en el Diario Oficial de la Federación. El Presidente prefiere olvidar la existencia de los derechos sociales del artículo 123, del 27 o la educación gratuita, entre otros.
El Presidente de la República, pasa por alto que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está plagada de derechos humanos que no respeta el Estado Mexicano, él no los respeta; no cumple con ellos. Lo que antes eran “garantías individuales”, hoy son derechos humanos, no los cumple; por ejemplo, lo de la vivienda digna, el salario remunerador, la educación laica y gratuita, el derecho a la salud, el derecho al agua, etcétera. Vamos, ni los artículos 14 y 16 respeta el mismo Presidente; López aplica retroactivamente la ley en perjuicio y no cumple con la garantía de mandamiento judicial que funde y motive la causa legal del procedimiento para molestar a las personas, ahí está la confiscación de bienes, entre otros. Luego ¿Qué le hace pensar que solo los derechos que a él le importan deben acatarse? El cumplimiento de esos derechos humanos se traduce en dinero público y este es insuficiente; solo que, estos derechos que en lo sucesivo estarán en la Constitución, son de contenido eminentemente electoral para el Presidente López, el clientelismo es su principal objetivo. Andrés Manuel no necesitó la reforma constitucional para crear sus programas y destinar miles de millones de pesos para otorgar “becas y más becas” en dinero, desapareciendo otros derechos que le parecieron sin importancia, como fue la eliminación de las Estancias Infantiles, en las que se atendía a cerca de medio millón de niños en edad temprana, eso no le importó al Presidente, ese derecho lo pisoteó, lo menospreció, lo permutó a cambio de dinero a madres solteras, a quienes no le alcanzan para pagar Estancias Infantiles. Las Estancias Infantiles no son “clientela política”; las miles de madres solteras sí lo son, más si reciben dinero en mano. Y, como este programa social, desapareció otros el señor López Obrador.
Para el común de los mexicanos, las reformas y adiciones al artículo 4 constitucional, se sumarán al cúmulo de las existentes. Por lo pronto, según el Presidente ya están en vigor; pero, ha empezado a incumplir sus propias reformas al Sistema Nacional de Salud para el Bienestar, su Insabi fue quebrantado al reducirle el presupuesto público, disminuir a “machetazos” recursos al IMSS y al ISSSTE, para llevarse el dinero a sus obras públicas, que no están en la Constitución. Pero, por otro lado, Andrés Manuel, aprovechará para obtener más dinero para su clientela política, bajo la justificación de estar plasmados en la Constitución, los nuevos derechos de los discapacitados, de los adolescentes, también para los de la tercera edad ¡Habrá dinero para todos! Mientras las finanzas públicas se colapsan ante el cierre masivo de empresas, la pérdida de miles de empleos, 346 mil en lo que va de la pandemia ¡No habrá dinero que alcance para los caprichos del Presidente! Mientras no da un verdadero impulso a la creación de empleos, fuente única de la riqueza y aportación de impuestos. Lo demás, es ilusión presidencial que nos lleva a la “banca rota”. Así que ¿Por qué no se va el Presidente? ¿Por qué no cumple su amenaza? Seguirá con sus amagos incumplidos y no se irá. Más bien su pretensión es quedarse, por eso la insistencia de la revocación de mandato, pretexto que esconde sus perversas intenciones de permanecer en el poder.