Masacres y secuestros masivos en el gobierno amloista
Como nunca, ni en los supuestos tiempos de “guerra” con Calderón, hubo tanta violencia e impunidad ¡De terror! El pasado fin de semana, 195 homicidios. A este ritmo pronto alcanzará la terrorífica cifra de 190 mil homicidios.
La semana pasada, 80 secuestros. 66 en el Estado de Sinaloa y 17 en Nuevo León.
En el ingobernable estado de Guerrero, el homicidio de una pequeñita en Taxco, llevó al linchamiento de tres personas, una de ellas asesinada por la turba. El presidente municipal quejándose de las autoridades del estado por su ineptitud; del nuevo fiscal de esa entidad, después de la destitución de la titular por aquello del asesinato del normalista de Ayotzinapa, apenas hace unos días.
Frente a la exacerbada violencia que priva en el país, el presidente se divierte en su homilía mañanera transmitiendo vídeos en pro de su candidata; quejándose en contra de un magistrado del TEPJF, por la publicación del libro “escrito” por AMLO, pasquín o panfleto de publicidad de política y mentiras.
El presidente de nueva cuenta, presumiéndose fiscal, advierte que está pensando si atrae el caso a la Fiscalía General de la República, o lo deja en manos de la inepta gobernadora que no aparece en el severo conflicto suscitado en Taxco, Guerrero.
El presidente municipal insistió en que pudo evitarse el linchamiento, avisaron con tiempo a las autoridades estatales y nadie intervino; ni elementos del ejército, tampoco de la Guardia nacional, ni policías estatales. Bloquearon el camino y nadie pudo liberarlo. La turba terminó matando a golpes a la presunta homicida de la menor.
Los secuestradores, unilateralmente decidieron liberar a la mayor parte de las víctimas. 42 en Sinaloa y 14 en Nuevo León.
De 83 secuestrados en grupo, siguen 23 secuestrados. Terminan siendo simples números para el presidente de la República, quien no se inmuta frente a la extrema violencia que se vive en su gobierno.
AMLO dijo, sin ninguna prueba, que se trataba de un conflicto entre bandas. En el estado de Sinaloa, sin embargo, aparecieron “narco mantas”, en las que desmintieron las declaraciones del presidente López Obrador. Nada de conflicto entre bandas delincuenciales.
El presidente prefirió dedicar su tiempo de gobernanza a los negocios, abandonó la seguridad pública, sector gubernamental al que le redujo presupuesto público, lo mismo hizo con los estados y municipios.
AMLO decidió concentrar las fuerzas públicas federales y disponer de ellas a su antojo. Según sus dichos, diariamente tiene reuniones con su “Gabinete de Seguridad”, para planear estrategias de combate a la inseguridad. Cualesquiera que sen sus acuerdos, han resultado totalmente incompetentes, infructuosos ¿Tendrán fuga de información o traidores?
No dan una en materia de seguridad y la inseguridad se fortaleció, se enseñorea tomada de la mano de la impunidad. En los 6 meses de su gobierno que restan, la tónica de su retórica será la misma, evadir su responsabilidad. Si en más de 5 años no pudo hacer nada, ahora menos estando en campaña. Otra se las mentiras más crueles: que en septiembre México alcanzará el mejor sistema de salud universal que prometió hace 6 años.
Terrible y preocupante que AMLO prometa en su campaña, continuidad de su “proyecto” de gobierno. Todo le ha impuesto a su candidata, desde el desgastado discurso, hasta aquellas y aquellos que acompañan a la “corcholata”. Literalmente la tiene maniatada. Carece de ideas propias la señora.
Definitivamente no existe otra mejor opción para cambiar las cosas, que el proyecto de Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición que ofrece dar un giro de 180 grados en lugar de la terrible continuidad que promete AMLO, el real candidato gobiernista ¿Acaso existe otra opción? ¡No!
AMLO dejará tras de sí, una catástrofe de gobernanza y promete agudizarla con la amenaza del “golpe de estado”.
Financieramente otro problema muy serio, aunque ahora se vive una aparente tranquilidad. Dejará un gobierno endeudado hasta el cuello, sin muchas posibilidades de maniobra para la próxima presidenta de México.
El presidente dejará secas las arcas del gobierno federal, acabó con todo el presupuesto que pudo durante su administración, sacó dinero de donde pudo y lo gastó irresponsablemente.
¿Para qué un crédito de casi dos millones de millones de pesos para sus últimos 9 meses?
AMLO también quiere el control de las Cámaras de Senadores y de Diputados, para continuar con la manipulación legislativa y del presupuesto público. Hace campaña para ello. Deseable que las y los electores no le cumplan el capricho, sobre todo después del desastre que dejará.
Las pensiones y becas, están seguras con Xóchilt, de llegar a ganar. Son garantía constitucional, derecho que fue respaldado por la hoy oposición, precisamente por Xóchitl Gálvez, siendo senadora; no es conquista del actual gobierno como lo hacen creer en sus promocionales electorales los gobiernistas.
¡El desastre de AMLO debe terminar!