Como lo platicamos en este espacio en la primera entrega Ebrard el inútil., será precandidato a la presidencia de la República de un modo o de otro. Su hambre de poder, su obsesión con ser Presidente y su nada notable carrera política lo han llevado a un punto de no retorno. O va por la “grande” en 2024 o no va nunca.
En la primera parte vimos cómo Ebrard siempre ha operado a la sombra de alguien, y presentamos al canciller como un monigote sin voluntad propia.
El primer puesto notable que tuvo Marcelo fue en 1993 bajo la tutela de Manuel Camacho Solís como subsecretario de Relaciones Exteriores, bajo el mando de su primer padrino político, el finado Manuel Camacho Solís, su breve paso por la subsecretaria transcurrió sin pena ni gloria.
Marcelo sale de los reflectores y se hace cargo de un montón de puestos secundarios hasta que el Licenciado de catorce años Andrés Manuel López Obrador, le da la oportunidad de servir como Jefe de Seguridad Pública en el sexenio de Vicente Fox de 2002 a 2004.
Fue de Marcelo la idea de contratar al ahora infame Rudi Giuliani como asesor de seguridad para lo que era entonces la ciudad más grande del mundo. El ex alcalde neoyorkino les sugirió implementar una política de cero tolerancia a cualquier tipo de crimen, menor o mayor y sugería poner orden y dar mucho entrenamiento a la policía local. Solo que la política de cero tolerancia implicaba la reglamentación y/o remoción de los ambulantes y taxis ilegales de la ciudad, quienes eran son y serán viejos aliados y caja chica de López.
La iniciativa de Marcelo falló olímpicamente.
Ebrard salió por la puerta trasera, cuando Vicente Fox lo despidió (premisa constitucional del presidente en 2004) por no haber intervenido en el linchamiento de dos agentes federales en Tláhuac. En aquel entonces López Obrador defendió a Ebrard alegando que eso (el linchamiento) eran usos y costumbres
Gracias a la destitución por malísimo desempeño, López le otorgó el premio de “la víctima del año” lo promovió a Secretario de Desarrollo Social y posteriormente a candidato de Jefe de Gobierno del DF, puesto que ganó en 2006.
Todo el sexenio vivió a la sombra de López, sin embargo Ebrard trazó un plan perfecto: Voy a instalar la primera línea del Metro en más de 12 años y la publicidad de esa línea me va a dar la candidatura a la presidencia de la república.
Ebrard empezó los trabajos de manera apresurada, sin finalizar los detalles de ingeniería y con la presión de hacer una caja chica para ser el candidato en el 2012. Finalmente la línea se inauguró en octubre de 2012, pero para ese entonces López Obrador ya le había arrebatado la candidatura y perdido la elección federal.
Todos sabemos lo que siguió: La línea salió de circulación casi dos años por un diseño erróneo de los trenes y las vías.
Mientras las ruedas de los trenes tenían un perfil angular, los rieles fueron instalados con un perfil plano. Marcelo tuvo que irse a vivir a Francia (quizás con el guardadito que tenía para su campaña presidencial) hasta su retorno en 2018 para apoyar la campaña de López Obrador.
Al ganar López la elección presidencial de 2018 Marcelo fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores, siendo este el puesto más alto en la administración pública que haya ocupado hasta el momento. Sin embargo Ebrard lejos de aprovechar la oportunidad para proyectarse como una figura política transformadora, se ha confirmado que solo tiene la convicción de servir a un amo y es incapaz de brillar con luz propia.
De 2018 suma incontables desmentidos, descalabros, cambios de rumbo y humillaciones: Por ejemplo, tuvo que aceptar que López desmintiera e intentara justificar las palabras del entonces candidato Donald Trump que se refería a los mexicanos como violadores y asesinos. Curiosamente el libro que presuntamente habría escrito el Macuspano, “Oye Trump” , quedó en el olvido y se optó por una política de sumisión total al régimen americano.
Hay que recordar que Trump recientemente reveló que México se habría doblado como nadie nunca antes en la negociación de tarifas se había doblado tan fácil.
TRUMP: "I've never seen anybody fold like that. They [the AMLO Administration] said it would be an honor to have 28,000 free soldiers [at the border]...Thank you very much Mexico!" pic.twitter.com/8L0yWvF3lI
— José Díaz Briseño (@diazbriseno) April 25, 2022
O como cuando Ebrard negó que México enviaría una comitiva a la toma de protesta del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, solo para ser desmentido al día siguiente por su patrón en la mañanera.
Y así Ebrard ha comprado broncas ajenas:
¿Y si hablamos de las embajadas que se han dado a los exgobernadores priistas y amigos de Beatriz Gutiérrez Müller?
Ese debería de ser un insulto que ningún canciller debería de soportar. Sin embargo Marcelo, se queda pasmado, inmóvil.
Hoy por hoy Ebrard es el miembro del gabinete que mejor está posicionado en las encuestas de preferencia de voto. Ebrard tiene simpatías en Morena y en la oposición (por más que me quiebro la cabeza no se por qué). Sin embargo Marcelo Ebrard Casaubón no tiene resultados que lo respalden, Marcelo será popular, pero es un inútil.