Los peligros de la automedicación
¿Usted se ha automedicado alguna vez? Lo más probable es que su respuesta sea sí, ya que en México es una práctica común.
Muchas personas por razones de economía y de tiempo,
suelen buscar la opción más barata y rápida para atender su padecimiento. Entonces se autodiagnostican investigando en buscadores o consultando con familiares, para posteriormente automedicarse.
La automedicación consiste en ingerir medicamentos de venta libre o controlada por cuenta propia, sin acudir a un profesional de la salud que recete y supervise.
En una encuesta realizada por el sitio Doctoralia en 2019, a 1,164 pacientes y 693 médicos, de todo el territorio mexicano, se encontró que el 86% se ha automedicado alguna vez.
Los factores que influyen para este alto porcentaje son:
Economía: la imposibilidad de pagar un seguro, estar asegurado o pagar la consulta con un profesional de la salud.
Tiempo: el traslado y tiempo de espera suele ser incluso de horas en ciudades, y sobre todo si se es usuario del sistema de salud público.
Socioculturales: los mexicanos solemos hacer más caso a las recomendaciones del vecino, el amigo o la familia, que al profesional de la salud, por el arraigado sentido de comunidad.
Nivel educativo: la falta de conocimiento respecto a las consecuencias de la automedicación.
Sea por el motivo que sea, la automedicación es un asunto de salud pública debido a los riesgos que implica a corto y mediano plazo.
- Se corre el riesgo de disfrazar los síntomas de un padecimiento que pudiera ser grave, como en el caso del uso medicamentos como antipiréticos para controlar fiebre, o el caso antidiarreicos e inhibidores de la motilidad intestinal para controlar diarrea o antieméticos para controlar nauseas.
- Al usar antibióticos indiscriminadamente se puede crear resistencia, por lo cual hoy día se requiere receta para comprarlos en México.
- Se puede intoxicar al ingerir más de la cantidad recomendada como segura, y las intoxicaciones de algunos medicamentos puede llegar a incluir paro respiratorio, convulsiones, alteraciones del ritmo cardiaco, etc., pudiendo incluso llegar a la muerte.
- Se puede no conseguir el efecto deseado al consumir menor cantidad y dejar que el padecimiento progrese.
- Puede causar daño renal como cuando se abusa de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o daño hepático como en el caso del consumo de paracetamol por períodos prolongados, incluso falla hepática, ya que 15 comprimidos de 500 mg son suficientes para ello en un adulto.
- En los niños los medicamentos siempre consideran el peso, mg/kg o ml/kg, lo que los hace más susceptibles a ser medicados incorrectamente.
- Usted podría ser alérgico al medicamento, y presentar desde urticaria hasta choque anafiláctico.
Otras consideraciones importantes:
Los medicamentos no actúan de la misma manera en todos, hay medicamentos que no pueden ser consumidos por niños o por mujeres embarazadas, por ejemplo, y es un profesional de la salud quien determinará si ese medicamento es lo que usted necesita. Algunos medicamentos tiene contraindicaciones, no pueden consumirse bajo ciertas circunstancias o al padecer ciertas patologías.
Además se debe considerar que los medicamentos interactúan con otros medicamentos, hay algunos que inhibirán el efecto de otro, o lo pudieran acentuar, incluso combinados, pudieran generar daños a su salud.
Y por último recuerde que los medicamentos tienen efectos secundarios, y deben ser consumidos cuando es estrictamente necesario, valorando el riesgo-beneficio y siempre, siempre bajo la prescripción y supervisión médica.
Cuide su salud y la de los suyos, siempre que este en sus posibilidades, acuda a un profesional de la salud, podría salvarle la vida.