Morena lucha por esconder los contratos de publicidad que suscribió con empresas dedicadas a la publicidad. Todos niegan quiénes son los autores de la campaña publicitaria y mediática de la “ratificación” de AMLO.
El beneficiario de la publicidad acusa al INE de violar la Constitución y la ley por impedir que los “ciudadanos” participen haciendo publicidad.
Insiste el acusado y sancionado por el INE y el TEPJF, en respaldar su insulsa campaña mediática. AMLO afirma que el órgano electoral no quiere que la ciudadanía se entere del proceso de “ratificación”.
La premisa del presidente de la República, sigue siendo la misma: mentir y mentir.
El INE, constitucional y legalmente es el único responsable de todo el proceso de “revocación”. Ha hecho y hace la campaña institucional publicitaria. Que AMLO no se entere por querer estar en todo y en nada, eso es otra cosa muy distinta.
Decenas de espectaculares son utilizados por “ciudadanos” para promover la campaña mediática de López Obrador; pero, resulta que nadie sabía quién o quiénes contrató y pagó por los espectaculares, mantas y panfletos; que, sumados significan algunos millones de pesos. El INE investigó y no obtuvo resultados sobre los nombres de los contratantes. Miembros de Morena hacen campaña callejera, hay videos por medio de los cuales se les denuncia y, a pesar de estar prohibido, siguen con la campaña
¿Son ciudadanos? ¡No! Es Morena la que está detrás de toda la publicidad.
En el proceso de investigación que llevó a cabo el INE, de detectó que el dueño de la mayoría de los espectaculares en la Ciudad de México, Ricardo Escoto Núñez, es el propietario de la empresa Publicidad Rentable, S.A. de C.V, quien salió en defensa de Morena y de paso del mismo López Obrador.
El filántropo afirma que, en calidad de “donación” prestó los espectaculares a asociaciones civiles. Comodato gratuito. El mismo empresario de la publicidad renta al gobierno de la Ciudad de México, espectaculares para el Metro y el Metrobús ¿Publicidad gratuita? Más mentiras.
Son las patrañas acostumbradas por el presidente Andrés López. Recordemos aquello de las “aportaciones del pueblo”, referente al dinero que recibieron sus hermanos para su campaña. Para otros es delito, para AMLO son “aportaciones”. Seguramente también recordará lo de su fideicomiso, por medio del cual recibió millones de pesos para apoyar a los damnificados del temblor de 2017. Dinero que fue a su campaña.
Los fideicomisos de gobierno fueron para robar, razón o justificación de AMLO para eliminarlos. Sabe bien de las trampas, es experto en ellas. Nunca pudo demostrar el mal uso del dinero de los fideicomisos de gobierno, pero sí se embolsó más de 68 mil millones de pesos en primer año de la desaparición.
La ciudadanía se manifiesta por millones en las “benditas redes sociales” sobre el fraude de la campaña mediática de la “ratificación”. Incluso convocan a una marcha para el 3 de abril para expresar su repudio ¡Claro que están bien informados! No se han dejado engañar.
El tramposo es el presidente de la República, sabe que perderá la contienda en la que él es el único candidato, sufre de calentura porque los ciudadanos dejarán las urnas vacías. Por ello adelantó dinero a becarios y pensiones a los de la tercera edad. Pretende “comprar voluntades”. Otra campaña de mentiras a cargo de morenistas: si pierde la “ratificación”, pierden el dinero que reciben del gobierno federal.
¿A quién culpará de su fracaso? ¡Al INE! ¿Qué pretende con ello? ¡Reformar al órgano electoral!
El deseo del Presidente de la República: controlar el aparato lectoral para las elecciones del 2024. Esa es su finalidad. Y, como todo porro callejero, “si no gana, arrebata”. La cultura de la casta de pseudo socialistas: mentir y echar culpas a terceros.
De inicio, el ejercicio de la “ratificación” de AMLO, es un proceso fraudulento. Por cualquier arista jurídica o política que se analice está viciado.
Al INE no le toca más que cumplir con la ley y así lo ha hecho. López Obrador apuesta al fracaso del INE, pero quiere ganar su “consulta popular” a toda costa ¡Sin filias ni fobias: AMLO debe perder!