Biden ante un pueblo dividido.
EU en una nueva era.



Finalmente será la toma de posesión de Joseph Robinette Biden Jr., Joe Biden, recibirá un país divido, en dónde ambos bandos creen tener la razón, como suele ser costumbre. Los Proud Boys nunca aceptarán la derrota de Trump. En el otro extremo los Black Lives Matter tampoco aceptarán que Biden fue derrotado. Ambos bandos tienen a muchos veteranos de Irak o Afganistán, las cosas no se ven nada bien.
Lo cierto es que Trump jamás fue capaz de probar de manera fehaciente que en efecto hubo un fraude electoral, ni él ni sus seguidores a la fecha han podido demostrar que existió. También deja al descubierto que el país más demócrata del mundo, debe de hacer cambios de fondo en su sistema electoral, si realmente cada individuo es igual ante la ley, entonces el sistema de colegio electoral se debe de abandonar y pasar ya sea a un sistema parlamentario o a uno de mayoría simple de voto.
El resultado final es que al día de hoy, Estados Unidos es un barril de pólvora, que puede estallar como ya lo hizo durante el siglo XIX. Nunca antes en toda la historia había estado tan dividido. El mayor reto de Biden a nivel interno será sanar las heridas de la división que fue provocada por su futuro antecesor. Heridas y división que llegaron hasta la mesa de muchos hogares en Estados Unidos.
El comienzo será difícil, nunca antes había sido tan grande la presencia militar en Washington D.C. antes de una toma de posesión, de ningún presidente. La ventaja es que las fuerzas armadas de Estados Unidos, le juran lealtad a la constitución de dicho país, no a ningún hombre.
Hay ejemplos históricos y existieron en el pasado fuerzas militares que juraron lealtad a un hombre, los resultados fueron una catástrofe en ocasiones mundial, La Segunda Guerra Mundial es un cruel testimonio de ello y las acciones de la SS son un cruel recordatorio que no se le debe de jurar lealtad a muerte a ningún hombre. Siempre existe el riesgo que tome decisiones totalmente erróneas.
En los últimos veinte años hemos visto realizarse el sueño de acabar con los países libres de la URSS, pareciera que está tomando forma con el actual ataque a los países más liberales y con democracias antiguas: Estados Unidos e Inglaterra. Para Inglaterra el Brexit, que ya les está saliendo carísimo, para EUA la crisis interna de una de sus más antiguas instituciones: la presidencia.
Trump mostró la peor cara de los Estados Unidos, dio voz a discursos de odio y racismo, en un país que ha luchado por años por erradicarlo. La pandemia devastó la economía y pudo ser aún peor si no hubiese sido por las medidas tomadas en algunos estados, aún tienen el reto de regresar a los tiempos pre pandemia. Algo que puede empeorar en caso de que la población no sea vacunada de manera masiva, al parecer ese tema ya está superado. Pero esa es la perspectiva en aquellos países donde no exista un plan de vacunación rápido y expedito, México, por ejemplo.
Ningún presidente electo en toda la historia se había enfrentado a un presidente saliente que se negaba a reconocer el resultado de la elección en Estados Unidos. No por un periodo prolongado al menos. En el caso de Al Gore, se apegó a la decisión de la suprema corte, sabía que hubiera sido peor para su país no hacerlo.
Hay quien piensa que para el mundo en general será positivo, lo cierto es que los retos de Biden y Harris son muchísimos. Tanto a nivel interno, como a nivel mundial. En lo que respecta a la agenda bilateral EUA-México todo parece indicar que veremos sorpresas en el corto y mediano plazo. Tarde o temprano a López le llegará la factura de ser tan consecuente con los carteles, especialmente su estrecha relación con el CDS.
Hay algo cierto en el mundo postpandemia que viene, las cosas ya no serán como antes.
El mundo se movió.