Ermilo: dos veces juzgado por el mismo delito
El caso de Ermilo Castilla Roche es la viva muestra de cómo el sistema judicial de nuestro país puede ser usado para una venganza, a través de argucias como la prisión preventiva oficiosa.
Ermilo es un empresario de Mérida, Yucatán, quien, tras su divorcio, fue denunciado penalmente por su exsuegro, Fernando Ponce García, cuya familia controla Grupo Bepensa, que tiene más de 40 compañías y negocios, entre ellos, la licencia para producir y distribuir productos de la marca Coca-Cola.
Ermilo fue acusado de fraude por la supuesta venta de unos terrenos en Holbox, Quintana Roo. Propiedades, que a decir de Ermilo y sus familiares, eran de él.
La primera denuncia contra Ermilo, la interpuso su exsuegro en Quintana Roo, en 2013. En ese proceso un juez determinó el no ejercicio de la acción penal, es decir, desechó la acusación.
En 2015, de nueva cuenta, las mismas personas denunciaron a Ermilo por el mismo delito, pero ahora en el estado de Yucatán, a pesar de que los hechos ocurrieron en Quintana Roo.
Ese proceso es el que lo tiene en prisión preventiva desde hace casi cuatro años, pues a decir del propio Ermilo, su exsuegro ha usado sus influencias en el ámbito económico y político para perjudicarlo, pues de entrada el delito de fraude no amerita prisión preventiva.
Una muestra es que el juez que lo vinculó a proceso lo hizo argumentando que tenía competencia para conocer del delito, debido a que los hechos se planearon en territorio de Mérida, pero no en una oficina o en un sitio bien definido, sino en un avión que en esos momentos volaba sobre territorio yucateco. ¡Hágame el bendito favor!
Ermilo sostiene que los terrenos en disputa en Holbox, él los adquirió y los puso a nombre de su suegro en 2004 porque tuvo que salir del país para atender a su esposa, quien se recuperaba de una enfermedad.
A cambio de poner los terrenos a su nombre, Fernando Ponce le dio un poder amplio y sin rendición de cuentas a Ermilo, es decir un poder que le permitía hacer lo que quisiera con esos terrenos.
A su regreso al país y tras su divorcio, Ermilo le cedió esos terrenos a su hijo, que a su vez es nieto de Fernando Ponce. Fue entonces que empezó el pleito legal, que de entrada no tendría razón de ser pues la defensa de Ermilo ya acreditó que el poder notarial que le dio su suegro, estaba vigente al momento de hacer la transacción.
La defensa legal de Ermilo ha interpuesto varios amparos ante la justicia federal debido a las irregularidades que se han cometido en este caso, pero todos han sido rechazados por los magistrados Pablo Jesús Hernández Moreno y Jorge Enrique Eden Wynter, quienes llevan toda su vida en Mérida y quienes presumiblemente tienen conflicto de interés en este proceso.
Un ejemplo, un hijo del magistrado Pablo Jesús Hernández, es representante legal de una empresa que tiene entre sus socios accionistas a Fernando Ponce García.
El caso de Ermilo ya llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde su defensa espera que por fin se haga justicia y se concluya que de nueva cuenta estamos ante un episodio más de un presunto culpable.
En Corto, llega a su cuarto aniversario gracias a Eje Central, a su director, Raymundo Riva Palacio, que generosamente me ha brindado su honroso espacio, y a usted, estimado lector, que cada miércoles distrae su atención para leer las líneas temáticas y lectura política que con mucho gusto preparo para usted, que es mi principal objetivo.