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Dos visiones: ¿conservador o funcional?

Existen dos visiones para gobernar. La del tío Andrés y la del primo Juan. En mi familia hay un negocio familiar, una gran abarrotera. Actualmente la dirige el tío Andrés. El tío Andrés es un hombre hecho a la antigua, lleva casi 40 años en el negocio, comenzó

Jóse Alberto Lesso Arredondo
11 Marzo 2020
Dos visiones: ¿conservador o funcional?

Existen dos visiones para gobernar. La del tío Andrés y la del primo Juan. En mi familia hay un negocio familiar, una gran abarrotera. Actualmente la dirige el tío Andrés. El tío Andrés es un hombre hecho a la antigua, lleva casi 40 años en el negocio, comenzó

desde niño como cerillito, luego fue cajero, jefe de piso… sus estudios son limitados, pero no hay nadie que se conozca cada rincón mejor que él, se forjó en esos pasillos. No hay proveedor, trabajador o cliente que no lo conozca… Es respetado y querido. Sin embargo, el negocio está en crisis, su gestión no ha sido la esperada.

El primo Juan tiene poco que se reincorporó al negocio. Se fue a estudiar a la capital, es Licenciado en finanzas, tiene una maestría en administración de empresas y estuvo trabajando varios años en una compañía, atrayendo y capitalizando inversiones. Es buen negociador. Se vino porque en la última Navidad le comentamos que el panorama no pintaba bien, que lo necesitábamos para ver cómo podíamos salir del estancamiento. Resulta que ya van varias reuniones en donde la situación se pone caliente entre el tío Andrés y el primo Juan.

La última se puso intensa, se las cuento:

Tío Andrés: Esos números financieros que presentas no me interesan, la realidad es que todo va bien. Ve a los trabajadores, están más felices que antes.

Primo Juan: Tío, independiente de lo que dicen dichos análisis, que veo que no entiendes. ¿Me puedes explicar por qué cada fin de mes batallamos para completar la nómina y a veces tenemos que esperar varios días para poder pagar? ¿Y eso cómo puede tener feliz a los trabajadores?

TA: Están felices porque se les apoya regalándoles los productos que ya están por caducar y se les dan vales para que compren más barato en la tienda.

PJ: Qué bueno que tocas ese tema. A ver, tío, entiendo tu dimensión social, nuestra abarrotera siempre ha sido un apoyo para la comunidad en ese sentido desde época de mi bisabuelo. Pero para regalar, hay que producir ganancias. Te pongo el ejemplo de la sección de farmacia. Hasta diciembre, éramos el mayor distribuidor de medicamentos de la ciudad. Le ganábamos muy poco, pero la gente venía y nos compraba a nosotros, a mitad de precio que las farmacias de enfrente. Ahora, llevamos desde inicio de año sin poder surtir los medicamentos y la gente necesita las medicina, va y compra en las farmacias de enfrente que las vende al doble. ¿Y por qué no podemos surtir? Porque destinaste el dinero que estaba programado para ello en comprar una planta de diésel carísima. Planta a la que todos nos opusimos y te dijimos que era más rentable un huerto solar en el techo, el cuál una vez instalado, echarlo a andar es gratis, pues el sol ahí está. Ahora tenemos que comprar combustible, caro y contaminante cada vez que la tenemos que usar.

TA: Esa planta nos va a sacar de apuros, ya verás.

PJ: Sí, tío, te he escuchado decir eso cientos de veces. En fin, el punto es que no te dejas ayudar. Por ejemplo, cuando ya casi teníamos el nuevo andén de descargas listo, lo cancelaste porque dijiste que esa zona se inundaba… y comenzaste un andén mucho más caro, en un lote que no es accesible y los trabajadores van a batallar mucho para mover la mercancía.

TA: Sí, pero además el ingeniero nos quería cobrar de más.

PJ: Te sugerimos que sólo cambiaras al ingeniero, no el proyecto entero. Y te valió. Lo mismo con el tema de los robos, te pedimos poner un sistema de seguridad integral, cámaras, alarmas que se pudieran monitorear desde nuestros celulares y contratar seguridad privada y dijiste que no, que hay que confiar en los clientes, que son buenos… y las pérdidas por robo hormiga ya equivalen a 15 veces lo que nos hubiera costado el sistema y la seguridad privada… y lo peor es que siguen aumentando.

TA: Ya les he dicho que nosotros no somos como los otros, como esas grandes multinacionales, que tienen cámaras por todas partes, que les importa más el dinero que sus clientes, nosotros no somos así.

PJ: Exacto, ese es el origen del problema tío. Tú visión. Yo sí quiero que nuestra abarrotera sea una gran empresa algún día, con cientos de sucursales. Que se nos conozca en todo el país y, si es posible, en todo el mundo y así poder apoyar a más personas. No está peleado una cosa con otra, pero hay que saber hacerlo. Yo sí creo que podemos invertir inteligentemente, que podemos generar mucha más utilidad y así, en primerísimo lugar, poder tener seguro el pago de nuestros trabajadores, ofrecerles mejores prestaciones y, en segundo lugar, poder también ofrecer mejores descuentos a los clientes, incluso, hasta ir con el DIF y becar a los estudiantes y deportistas que querías becar el mes pasado y no pudiste porque no hay con qué. Todo eso se puede, pero primero hay que generar, hay que producir, hay que administrar bien.

TA: Ya veo, de seguro la competencia te infiltró para sembrar odio contra mí. Yo, que he crecido en esta tienda y que la conozco mejor que nadie. Tú lo que quieres es sembrar desconfianza. Pero ¿dónde estabas cuando la administraba tu tío Felipe, dónde estabas cuando tu abuelo Carlos la quiso hacer franquicia y venderla a esos gringos? No recuerdo que dijeras nada. Así que todo lo que digas ahora, no tiene valor.

Si ustedes estuvieran en el consejo familiar ¿Qué harían? ¿Si tuvieran voz y voto, qué promoverían? ¿Saben algo? Lo están. Porque esa abarrotera se llama México. Y todos tenemos voz y voto. Todos hemos estado en esa discusión entre el tío Andrés y el Primo Juan, llevamos años viéndola y padeciéndola.

Líderes

Esas son las dos visiones que existen en la política:

1.- La primera, la del tío Andrés, es la que postula que el presidente debe ser un ciudadano que sirve a otros ciudadanos, que está a su nivel, que salió de en medio de ellos y cuida de sus intereses. Alguien del pueblo que cuida al pueblo.

2.- La segunda, la del primo Juan es la del líder preparado, con conocimiento y experiencia para manejar una empresa que produce 1,220,699.48 Millones de USD (PIB de México en 2018). Es el tiburón capaz de sentarse con cualquier magnate mundial y convencerlo de que nuestra empresa es la mejor alternativa para invertir. El CEO que primero organiza internamente, sabe delegar, no tienen necesidad de salir todos los días a dar órdenes o a explicar sus órdenes, pues para eso tiene un equipo eficiente que él eligió. Es el rostro que nos preside, nos representa para ir a los grandes congresos a dar a conocer nuestra empresa, a atraer nuevos clientes, nuevos inversionistas, mejores oportunidades. El que realmente cree que somos una empresa élite, miembro del G-20 y actúa acorde a ello, no solo para asegurar que siga ahí, sino para que llegue a ser un G-8.

Existen dos visiones de gobernar. La del tío Andrés y la del primo Juan. ¿A ti cuál te parece mejor?

 

Sigueme en twitter: @jalbertolesso

 




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